Tal vez su proveedor de atención médica simplemente le recomendó el aceite de CBD, o se enteró y sintió curiosidad, y luego escuchó sobre el aceite de cáñamo. Naturalmente te preguntas, ¿Es el aceite de cáñamo lo mismo que el aceite de CBD?
La respuesta simple es no; El aceite de cáñamo y el aceite de CBD son productos claramente diferentes derivados de diferentes partes de la misma planta. Cada uno viene con su propia gama de beneficios y aplicaciones. Describiremos estas diferencias y le daremos un vistazo más de cerca a lo que diferencia al aceite de cáñamo del aceite de CBD.
El aceite de cáñamo se extrae de las semillas de la planta de cannabis o cáñamo y contiene menos del 0,3 por ciento de THC. Es un aceite no psicoactivo que muchos creen que ofrece beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Aunque no todas estas afirmaciones han sido confirmadas, lo cierto es que el aceite de cáñamo es una excelente fuente de ácidos grasos esenciales y nutrientes. Es fuente de ácidos grasos omega-3 y omega-6 y también contiene GLA (ácido gamma-linolénico), que tiene propiedades antiinflamatorias.
El aceite de CBD se extrae de las flores, hojas y tallos de la planta de cannabis. La planta contiene más de 100 sustancias químicas diferentes conocidas como cannabinoides. El aceite de CBD es rico en CBD (cannabidiol), el ingrediente que hace que este aceite sea tan popular.
El aceite de CBD está disponible para uso diario en una variedad de formas, incluidas cápsulas, tinturas, extractos y cremas tópicas. Si recién estás comenzando a usar aceite de CBD, la forma más efectiva de usarlo es encontrar una versión que se adapte a tus necesidades individuales y comenzar con solo una pequeña dosis, aumentando gradualmente la cantidad según sea necesario.
Como hemos dicho anteriormente, el aceite de cáñamo se obtiene de las semillas de la planta de cannabis. Es un producto natural y altamente nutritivo que puedes utilizar de diversas formas, desde cremas tópicas para la piel hasta condimentar tus alimentos. El aceite de cáñamo está lleno de ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Para empezar, intenta utilizarlo como aceite de cocina, añadirlo a tus alimentos o tomarlo como suplemento dietético.
A diferencia del aceite de cáñamo, el aceite de CBD se obtiene de las hojas, flores y tallos de la planta de cannabis. Estas partes de la planta producen un aceite con altos niveles de CBD, un compuesto que ha demostrado tener numerosos beneficios para la salud. Muchos han recurrido al aceite de CBD para tratar diversas afecciones.
Aparte de su origen, la principal diferencia entre el aceite de cáñamo y el aceite de CBD es su composición. El aceite de cáñamo se compone principalmente de ácidos grasos, mientras que el aceite de CBD se compone principalmente de CBD.
A pesar de sus diferencias, estos aceites funcionan bien juntos. Debido a que provienen de la misma planta y tienen propiedades complementarias, el aceite de cáñamo se usa a menudo como aceite portador del aceite de CBD. También es importante tener en cuenta que ambos aceites se consideran no psicoactivos, lo que significa que no producirán el «subidón» asociado con el consumo de marihuana. Ninguno de estos aceites es útil con fines recreativos.
Aunque existe mucha evidencia anecdótica que respalda el uso de estos aceites, es importante recordar que todavía son relativamente nuevos en el mercado y no están regulados por la FDA. Por lo tanto, es importante conocer estas pocas consideraciones de seguridad antes de utilizar cualquiera de estos aceites o productos derivados de ellos. Existen posibles efectos secundarios a tener en cuenta al usar CBD o aceite de cáñamo, que incluyen:
- boca seca
- mareo
- náuseas
- diarrea
- Cambios en el apetito
- Fatiga
- Interacciones con otras drogas.
Como siempre, asegúrese de hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento nuevo o tomar productos nuevos como estos aceites. Esto es especialmente importante si actualmente estás tomando otros medicamentos. El aceite de CBD y el aceite de cáñamo pueden interactuar con ciertos medicamentos, así que asegúrese de consultar con su médico o farmacéutico antes de probar cualquiera de estos aceites.
Al aplicar aceite de CBD o aceite de cáñamo de forma tópica, debes empezar poco a poco. Pruebe primero una o dos gotas en un área pequeña de la piel para asegurarse de no tener una reacción alérgica al aceite. Espera una o dos horas para estar seguro. Si experimenta irritación, enrojecimiento o hinchazón, suspenda su uso inmediatamente.
Con cualquier producto nuevo que utilice, ya sea cáñamo, CBD u otro tipo de extracto de aceite concentrado, debe conocer los posibles riesgos y efectos secundarios antes de usarlo. Teniendo en cuenta estas medidas de seguridad, estos aceites se consideran seguros para la mayoría de las personas cuando se usan según las indicaciones.
Entonces, ¿qué aceite deberías utilizar? En última instancia, elegir entre aceite de CBD y aceite de cáñamo depende de lo que estés buscando y de tus necesidades específicas. Si deseas una forma natural de ayudarte en situaciones más específicas, entonces quizás prefieras el aceite de CBD. Si está interesado en una forma natural de mejorar su salud general o agregar más vitaminas y minerales a su dieta, entonces el aceite de cáñamo puede ser una mejor opción para usted.